Los pasados meses de enero y febrero, la Dra Antonia López González presentó el libro LO QUE NO CONOCEMOS EXISTE. 7 HISTORIAS PARA MUCHAS VIDAS, en diferentes localidades de España.
Cuando creemos en la esperanza creemos en lo mágico, en lo distante, en lo diferente. Y nos disponemos a emprender un camino para acariciar lo imposible. En los humanos esa esperanza se produce cuando miramos a cada persona, y somos capaces de crear vínculos que se concreticen en instantes. Y es ese instante el que nos lleva a descubrir QUE lo que no conocemos EXISTE.
Cuando nacemos en Guareña solemos respirar un aire a campo, a jara, a jigo, a jiguera porque semos asina, semos pardo del coló de la tierra, parafraseando a nuestro ilustre paisano Luis Chamizo. Pues bien, es esta tierra y muchas otras las que durante siglos cultivaron nuestros antepasados porque dependían totalmente de ella para vivir. Miraban al cielo en la estación de lluvias y después de un tiempo esa agua caía para regar los campos, lo que probaba que había una armonía natural entre agua y clima.
Imaginaros que perdemos la memoria; y como en la película de Frank Capra, aparece un ángel por Navidad para que nos ayude a recuperarla, y es entonces cuando recordamos que de niño la amistad es construida a través de los juegos, mientras que en la adolescencia, una etapa intensa, la mayoría de las veces es posible tras muchas caracterizaciones hasta llegar a la empatía grupal, en la siguiente etapa, la adulta, más duradera, viene cimentada por el trabajo que desarrollamos o por el hobby que nos regalamos, y al llegar a una cierta edad, esta memoria no es posible recuperarla del todo, porque es frágil o porque está cargada de momentos contra los que luchamos para no recordar y es entonces cuando necesitamos a alguien que se vista de amigo especial.
Recientemente tuvimos un encuentro con profesores y agentes de salud de la zona rural, para escuchar sus consideraciones respecto a nuestro programa ESCUELAS DE SALUD, ESCUELAS DE VIDA en esta región del Rio Purús, y después de dichas jornadas, ideamos estrategias para enfrentar los desafíos diarios, propusimos cambios para poder vencerlos y en lo personal nos dijimos recíprocamente para ser fuertes, porque como se suele decir por aquí vivimos en áreade araña bananera, algo así como zona de alta endemicidad para las enfermedades tropicales olvidadas.ías
Cada mes como consecuencia de una de las patologías tropicales olvidadas de esta region, conocemos personas que se reencarnan en animales en este inmenso amazonas, pues creen que cuando el cuerpo muere, este toma forma de animal sagrado para seguir presente en su comunidad, esta creencia se mantiene sobre todo en las zonas rurales aisladas muy castigadas por estas patologías