
Recientemente tuvimos un encuentro con profesores y agentes de salud de la zona rural, para escuchar sus consideraciones respecto a nuestro programa ESCUELAS DE SALUD, ESCUELAS DE VIDA en esta región del Rio Purús, y después de dichas jornadas, ideamos estrategias para enfrentar los desafíos diarios, propusimos cambios para poder vencerlos y en lo personal nos dijimos recíprocamente para ser fuertes, porque como se suele decir por aquí vivimos en área de araña bananera, algo así como zona de alta endemicidad para las enfermedades tropicales olvidadas.ías
Quizás el hecho más importante de este encuentro fue el análisis pormenorizado de cómo realmente son las cosas en esta parte del mundo, recordada por todos como una parte esencial de nuestro planeta por su naturaleza exuberante y por sus infinidad de enigmas, sobre todo el referido a la vida de quienes las habitan. Creamos un calendario de actividades coordinadas entre pedagogos y sanitarios para los próximos meses y ya casi al final, sin tiempo para la clausura, fuimos llamados de urgencias para ir hasta la comunidad Jucaxara, donde una familia venía sufriendo de heridas múltiples ocasionadas por el ataque de un jacaré açu cuando venían bajando por el rio en su canoa. Fue complicado tratarles, dado que hacía más de un mes del incidente, algunas de las secuelas eran ya permanentes, pero felizmente sin riesgo para sus vidas. Intentamos ser muy cuidadosos con las incisiones para que como en una escena de funambulismo no diésemos pasos que complicaran la recuperación, recuerdo como el líder comunitario tranquilizaba a la familia diciéndoles tras varias semanas de espera por una atención sanitaria, que ahora sería posible mejorar, palabras que a todos nos responsabilizó reconociéndoles que no siempre podemos curar, no siempre podemos tratar, pero que al menos siempre lo intentamos.
Después de superar este nuevo evento clínico, conversamos con la comunidad para proponer medidas que pudieran evitar estos ataques tan desgarradores; y fue cuando el citado líder, nos dijo de manera enérgica y con moderado tono, “que era importante crear equipos locales permanentes en estas comunidades pues los peligros no son itinerantes”, y eran conscientes que nunca irían a tener médicos, enfermeros, o técnicos sanitarios que pudieran permanecer en estas áreas de floresta; y por ello nos pedían quedarnos un tiempo más para orientarlos.
Sus palabras, nos sobrecogieron por su contundencia, y evidenciando que el derecho a la atención sanitaria para estas comunidades no existe, nos habló de como unos años atrás había sido invitado a un foro internacional sobre la vida en amazonas; donde los conferenciantes, exponían sus versiones de cómo era la vida en esta floresta sin haberla pisado siquiera, y de ahí que nunca nada de lo que se dijo en ese foro se materializase, y nos decía; como sus vidas eran siempre esculpidas a base de momentos de emergencias como esta del jacaré açu; donde no existen prólogos, sólo actos de sobrevivencia, actos de fuerza, actos de determinación, porque aquí, lo mismo te intoxicas con la planta de la gibata o vives un brote de orina negra o enfermedad de Hoff como nos está ocurriendo actualmente, y una vez más se descubre la enorme fortaleza de este pueblo del Amazonas al enfrentar todas estas situaciones con entereza.
Sus vidas emanan energías positivas, pues han escuchado de generación en generación vivencias y creencias de una vida en armonía con la naturaleza, y de ahí su enorme interés por seguir aprendiendo a hacer de su territorio un lugar de vida. Estas comunidades que son lejanas a casi todo, consiguen seguir perpetuándose porque conservan en su corazón la memoria de quienes les han precedido, pues como decía la abuela Jacira, nuestra suerte es que nuestras creencias nos llevarán a estar presente en nuestras comunidades hasta quizás el año 2095, porque tendremos quienes nos recuerden por boca de nuestros hijos, nuestros nietos, y de nuestra tierra.
Cuando se habla de los desafíos socio-ambientales del amazonas, olvidamos que aquí no llegan ni siquiera los ecos para hacer un poco más fácil la vida de estas gentes, y mientras ellos, los que viven aquí continuaran siendo fuertes y frágiles porque como dice la canción de Almir Sater HAY QUE TOCAR LA VIDA HACIA ADELANTE Y LLEVAR UNA SONRISA PORQUE YA HUBO LÁGRIMAS DEMAS.
- Português: O poder da memória no Amazonas (PDF)
- Français: La force de la mémoire en Amazonie (PDF)
- Italiano: Il potere della memoria in Amazonas (PDF)
- English: The strength of memory in Amazonas (PDF)
Tony López González
Coordinadora sanitaria del Programa Escuelas de Salud. Escuelas de vida ACI-ESADTE
Coordinadora internacional Programa Ipiranga Hanseniase Rio Purus-Amazonas Brasil